Gauchos del Mar – Travesía al fin del mundo

Después de más de 150 días viaje, más de 20.000 kilómetros recorridos, 50 horas de vídeo, muchos points  surfeados y otros que descubrieron, los Gauchos del Mar culminaron su viaje al fin del mundo por la patagonia argentina y chilena.

En 14 fotos, que representan lo que los hermanos Azulay vivieron, Joaquín nos cuenta su experiencia en el fín del mundo:

El velero que nos llevó a la Isla de los Estados estaba preparado para navegar los confines del mundo. En esta foto nos encontramos anclados en la Bahía Aguirre, frente al Canal de Beagle.

 

Campamentos patagónicos como este son lo que buscábamos mientras explorábamos las costa de la región. La noche estrellada puede parecer agradable, pero la realidad es que la temperatura se pone helada cuando se va el sol. Antes de dormir, cocinábamos en la caja de la camioneta para usarla de mesada.

 

Navegando en el fin del mundo rumbo a la isla más al este de Tierra del Fuego. Ahí estoy ayudando al capitán Mono Da Milano con la izada de las velas.

 

De ambos lados de la cordillera, uno de los objetivos del viaje era poder ayudar a las personas que no tuvieron oportunidad de surfear e interiorizarse en los deportes de tablas. Aquí Julián lo ayuda a Marquitos de 9 años a remar y posicionarse en la tabla antes de meterlo en el agua.

 

Llegar a la Isla de los Estados implica una dura navegada de tres días por mares helados y tormentosos, y una vez que se llega la búsqueda de la ola no es tarea fácil. Con Juli salimos a recorrer una parte de la isla en donde el bosque impenetrable cede en presencia y los pastizales se anteponen a las montañas.

 

El mar de la Patagonia es muy frío y cuando terminábamos la sesión de surf aprovechábamos para limpiar los platos y ollas sucias de la noche anterior.

 

Julian rasgando con una single fin shapeada por el mismo en el taller de Camaron Brujo.

 

Acá estoy buscando mi línea para entubar de backside. Este beachbreak de izquierdas y derechas lo encontramos en el fin del mundo.

 

En esta foto se ve como Julián se pega un tubazo. Es muy gratificante encontrar olas en regiones desconocidas.

 

Yo frenado en el pocket de la ola. Esta derecha perfecta la surfeamos solos durante días con sus tablas retro single fin y mini Simmons (también shapeada por Julián con los consejos de Sebastián Galindo, owner & shaper de Camarón Brujo).

 

Picos perfectos y solitarios en la República Argentina. Muchas personas piensan que Argentina no tiene buenas olas, pero están equivocados. No sucede todos los días, pero cuando las condiciones se dan, las olas son realmente muy buenas.

 

No se sabe que esta pasando, si se va a caer, si se sentó para correr la ola, lo que si se sabe, que la ola es perfecta y no había nadie más que Juli y yo para correrla durante semanas.

 

Caminando en busca de olas entre Pinguinos de Penacho Amarillo (Rock Hopper Penguins).

 

Dos hermanas yéndose solas a la salida de un río.

Notas Relacionadas