El argentino y radicado en Popoyo, Nicaragua, Manuel Resano, tuvo un día soñado y perfecto el pasado 7 de diciembre. Manu estuvo en lineup de una de las olas más grandes y peligrosas del mundo, la archiconocida Maverick´s descubierta en los 70 por el legendario Jeff Clark, y estuvo a la altura de los mejores chargers del mundo.
¿Hace cuantos días venías persiguiendo el swell?
Este swell fue la tormenta perfecta, tuvimos 10 días de olas increíbles. Primero Ocean Beach se puso increíble por 4 días, los días más grandes estaba de 3 a 4 metros con tubos y vientos de tierra. Luego bajó el swell un día, que vino bien para descansar y al día siguiente corrimos Mavs de 5 a 6 metros. Luego dos días de OB (Ocean Beach) nuevamente de 3 metros, posteriormente un día de tormenta y descanso (que miramos el campeonato de Peahi) y después el día grande.
¿Estabas en Nicaragua y viajaste especialmente a California?
No, llevaba en California dos meses. Originalmente había ido con el equipo de Nicaragua al Mundial Junior de la ISA y luego me quedé un mes más para tratar de surfear Mavs.
¿Cómo fue la noche previa a la sesión en Mavs?
La verdad que la noche anterior fue muy tranquila y descanse muy bien. Había hecho una excelente preparación y me sentía bien. Iba viendo buenos signos, sobretodo los últimos 10 días y aunque parezca raro, me iba dando cuenta que las piezas estaban encajando, todo iba fluyendo bien y empece a intuir que ese podría ser el día. La última noche, después de preparar todas las tablas con mi hermano, me agarré mi librito y me fui a descansar. La verdad que mis objetivos eran buenos también: agarrar una ola de 20 pies, no importaba si la hacia o me caía, iba dispuesto a pagar.
¿Cómo te preparaste mentalmente?
La parte mental fue fundamental. En swelles anteriores llegaba a la playa un poco desbordado, con demasiadas emociones, llegaba casi como una mujer embarazada, jaja. Creo que esto me sacaba energía. Uno de los muchos signos que fui viendo estos últimos 10 días, es que ya no tenía emociones, tenía el pulso bajo, me gusto mucho poder estar en calma ante una situación de nervios totales. Durante casi dos meses, estuve completamente centrado, no salí ni una sola noche, ni deje de pensar en Mavs por más de 1 segundo. Comí muy bien, empece a escuchar más a lo que mi cuerpo necesitaba y mi mujer me tiro una buena onda tremenda, todo estaba muy bien!
Me sentía tranquilo porque estaba bien preparado, a partir de ahí, no hay mucho más que puedas hacer, solo ver que te regala la ola, estaba dispuesto a aceptar lo bueno y lo malo.
¿Cual fue tu quiver para correr Mavs?
Siempre tuve tablas de 10 pies, me gusta esa medida. La que usé en el swell, una tabla shapeada por Jeff Clark, tiene un fondo en v super pronunciado. Te ayuda a poder doblar y también a que no se quede pegada en los air drops. Es una tabla con 25 años de experiencia.
En marzo del año pasado corriste Mavericks pero rompiste tu tabla en un wipeout en la primera ola. ¿Que cambio de esa sesión a la que tuviste ahora?
En cada swell, incluso en los que no te metes porque las condiciones están malas, aprendes algo y sumas experiencia, ahí no hay secretos. Este era mi swell numero 9. Como te comente antes, la parte mental estuvo mejor, la tabla fue mejor y también usé un producto que hace un amigo mío que es perfecto para remar en agua fría, se llama nonumbsurf.com . Son unas gomitas flexibles que te dejan los dedos juntos para una remada optima y te dan calor, pero si quieres separarlos, puedes. Para agua fría se las recomiendo.
¿Cómo fue la entrada?
La entrada estuvo complicadísima, después de remar por casi 40 minutos sin parar, ya estaba por entrar y una espumita de un metro y medio me quito la tabla. Mi hermano justo había entrado y llegue a gritarle para avisarle. Estaba en el medio del mar, todo blanco, lleno de corrientes y pensé que nunca más iba a encontrar mi tabla. El volvió para ver que pasaba y se comió un set de 7 olas tubulares de 3 metrazos en la cara. Yo estaba nadando sin tabla perdido cuando de repente veo la tabla de mi hermano flotando, me subí a su tabla y me fui desesperado a buscar la mía. Después de unos minutos encontré mi tabla. A partir de ahí dije ahora a buscar al Cabeza. Cuando lo encontré estaba bastante cansado. Estábamos en el medio de unas corrientes y no podíamos avanzar para ningún lado, finalmente encontramos una corriente que nos devolvió a la playa. Yo seguí remando sin parar y trate de entrar devuelta, no podía creer que había llegado el día y no podía ni entrar. Por suerte pude pasar, después de una hora y media de remar sin parar con toda mi fuerza. Cuando llegué al lineup me tranquilicé y agradecí el solo hecho de estar ahí presente.
Una de tus olas fue nominada para los Big Wave Awards de la WSL. ¿Nos podrías describir como fue esa ola?
Fue mi tercera ola del día. Ya había planeado con Edwin Salem una táctica para ese día. Básicamente era no boludear y me iba a tirar solo en las grandes. Fui a Mavs a buscar una ola de 20 pies de altura, pero que también tenga fuerza. Ese dia había olas de 20 pies, por lo que me ubiqué en un lugar donde no molestaba al crowd y donde caían esas olas. La ola la reme justa al lado de Garret Mcnamara, que era el que estaba más rabioso, jajajja.
También estuvo en el lineup tu hermano Agustín. ¿Cómo se vive estar en una de las olas más grandes y conocidas del mundo junto a tu hermano? ¿Se llevó algunas olas?
Con mis hermanos siempre hemos surfeado olas grandes juntos y han sido una referencia para mi. El más grande, el Orejón, es una piedra y se tira en cualquier cosa, tampoco te conviene pelearlo, jajaja. Pero como es médico no puede seguir mucho los swelles. Con el Cabeza llevamos surfeando juntos muchísimos años, el fue el primero de la familia en irse a Hawaii y es ahí donde uno aprende a surfear… Tiene más de 6 inviernos en Hawaii, varios viajes a Tahiti y un montón de surf trips a Mexico, además que surfeamos juntos en Nicaragua. Las ganas de surfear olas grandes vino en el código genético, mis hermanas no surfean mucho, pero se tirarían también, jajajaj.
Al cabeza lo llamé para que venga porque era la semana perfecta. Ni lo dudó, se subió a un avión, apartó el trabajo y llegó a San Francisco. Me sorprendió mucho como surfeo, viniendo de agua caliente y habiendo hecho solo una sesión antes de entrar a Mavs, surfeó realmente muy bien, una fiera.
¿Objetivos para el año que se viene?
Estar pendiente para otro swell en Mavericks, corre un buen swell en Puerto Escondido y si es posible también surfear El Buey (Chile) y en algún momento quiero ir a Todos Santos (México)!
¿Agradecimientos?
Esto es lo más importante, solo tengo agradecimientos: en primer lugar al Mavs crew y la gente de safety. Solo he podido agarrar esas olas porque ellos me dejaron. Me tiraron una onda increíble. Por mi parte me porté bien, estaba muy paciente, saludé a todos, sonreí mucho y les demostré mis respetos. Quiero agradecer a Sean Pourdier, Nicolás Winograd y sus familias que me hospedaron y ayudaron incondicionalmente. Nicolas Winograd, es además, el inventor de las gomitas para remar nonumbsurf.com . Quiero agradecer a mi mujer, que tomó este objetivo como si fuese un objetivo familiar y se comprometió al 100%. Por último, agradecer a Edwin Salem, que me dió gran cantidad de consejos en estos últimos años y fue fundamental.