El surf en Brasil sigue regalando escenas memorables y esta vez el epicentro fue Praia da Joaquina, en la isla de Santa Catarina. El tercer día de marejada trajo condiciones que quedarán en la historia: aunque la serie bajó un poco de tamaño respecto a las jornadas anteriores, la calidad de las olas se mantuvo impecable. Tubos largos, huecos perfectos y paredes limpias hicieron que Praia da Joaquina brillara como pocas veces.
La ausencia de viento fue clave. Las paredes se presentaron lisas y cristalinas, con esa textura de espejo que emociona a cualquier surfista. Desde temprano, el line up de Praia da Joaquina se convirtió en un estadio natural: sets alineados, surfistas concentrados y un público core en la arena que no dejaba de alentar cada maniobra.
Entre los protagonistas se destacaron Marco Polo, leyenda local con décadas de conexión con la ola; Mateus Herdy, con un estilo moderno y radical que contagia energía; Leo Casal, sólido y potente en cada sección; y Caetano Silveira, preciso en su lectura de los tubos. A ellos se sumaron los locales de Praia da Joaquina, que defendieron su playa con maniobras progresivas y un conocimiento único de cada banco de arena.
El resultado fue una jornada de surf de altísimo nivel: tubos profundos, maniobras radicales y sonrisas interminables al salir del agua. Praia da Joaquina reafirmó su estatus como templo del surf brasileño y destino obligatorio para quienes buscan una experiencia completa: olas perfectas, ambiente core y la magia de Floripa.
Tres días seguidos de oleaje épico y la sensación de que la historia de Praia da Joaquina seguirá escribiéndose con cada swell que llega al Atlántico.