El joven surfista australiano y atleta de Rip Curl, Oscar Langburne vuelve a sorprender con su más reciente producción Ever Changing Moods, un corto filmado en algunos de los rincones más icónicos y remotos de Indonesia. Langburne cuenta que el proyecto fue grabado entre G-Land, South Sumatra y una isla remota al norte de Sumatra, en un viaje que combina la búsqueda de olas perfectas con una mirada íntima sobre su evolución personal en el surfing.
El título, inspirado en una canción de The Style Council, refleja los altibajos de su año y la conexión constante entre música, estado de ánimo y mar: “Siempre elijo nombres de canciones para mis proyectos. Este año tuvo sus subidas y bajadas, así que elegí una que me gusta mucho”, explica.
Durante la filmación, Oscar Langburne surfeó con diferentes shapes de Christenson Surfboards, desde twins hasta thrusters más clásicos. Entre todos, destaca dos favoritos: el Café Racer, su tabla preferida del viaje, y el Acid Phish, un twin fin naranja que aparece en la última sección del film.
A pesar del nivel técnico y la estética cinematográfica del proyecto, Langburne mantiene una visión simple y honesta sobre el surfing: “Surfing para mí es simplemente diversión”. Esa misma autenticidad se refleja en su evolución: con algunos centímetros más de altura y mayor control, siente que su surf ha ganado potencia sin perder fluidez.
Sin planes inmediatos para nuevos proyectos, Oscar Langburne asegura que solo filma cuando realmente tiene algo que contar: “El resto del tiempo solo surfeo por amor al surf, como todos”.
Para cerrar, deja una reflexión que define su manera de ver el mar:
“El surf siempre representó una forma de escape. Ya sea en un viaje o en tu playa local, es algo divertido que todos los surfistas tenemos en común.”
Ever Changing Moods no solo muestra el talento y estilo de Oscar Langburne, sino también una madurez creativa que lo consolida como una de las voces más auténticas del surf contemporáneo.