Para muchos surfistas, un viaje a Hawái es un sueño. Para otros, es una prueba de fuego. Este verano, un joven surfista argentino del Team RVCA, Juan García Mata, tuvo la oportunidad de vivir su primera temporada en el North Shore de la isla de Oahu, el epicentro del surfing mundial. Entre sesiones intensas, encuentros con leyendas y desafíos en olas icónicas, nos contó cómo fue esta experiencia inolvidable.
Todo comenzó en El Salvador, durante la última fecha del circuito ALAS. “Estuve con unos amigos que decían que iban a ir a Hawái en febrero, y a mí me daban muchas ganas”, nos cuenta. Al volver a Argentina, la idea tomó fuerza, aunque en casa no fue fácil de convencer. “Al principio fue más un no que un sí, pero después mis viejos se fueron ablandando… hasta que un día me dijeron que sí. Ahí empezó mi primera temporada en Hawái.”
La llegada al North Shore y el primer impacto
Nada se compara con la sensación de pisar por primera vez la costa del North Shore. “Lo que más me impresionó fue ver a todos los cracks surfeando al lado mío o cruzármelos caminando en la calle. No me lo creía”, recuerda. Pero más allá de la presencia de los mejores surfistas del mundo, lo que realmente marcó la diferencia fueron las olas. “La fuerza que tienen es increíble.”
Días intensos en el agua
El ritmo de vida en Hawaii gira alrededor del mar, y eso se reflejó en su rutina. “Nos metíamos dos o tres veces por día en distintas olas. Algo que cambió con respecto a mi entrenamiento en Argentina fue el gimnasio: allá no fui, pero terminábamos los días muy cansados.”
A lo largo del viaje, tuvo la oportunidad de surfear en spots legendarios como Haleiwa, Pipeline, Off The Wall, Rocky Point, V-Land, Sunset y Backyards. “La que más me costó fue Pipe. No solo es difícil por su tamaño y fuerza, sino porque hay mucha gente en el agua y todos quieren agarrar olas. Es muy difícil poder surfear, pero la experiencia de estar ahí es increíble.”
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Sesión en el North Shore
Sesiones memorables y momentos de miedo
Entre tantas metidas, hubo una que se destacó por encima del resto. “Creo que la mejor sesión fue en Haleiwa. Justo cuando me metí, había salido bastante gente, así que pude agarrar muchas olas y surfearlas bien.”
Pero no todo fue fácil. En Pipeline, sintió el verdadero peso del desafío hawaiano. “Es donde más miedo tuve al principio, porque siempre había visto videos de tubazos, pero también de gente que sale muy lastimada. Con las metidas lo fui superando y empecé a querer tirarme más.”
Compartiendo el agua con los mejores
Hawaii no solo es el lugar ideal para mejorar en el agua, sino también para compartir sesiones con los mejores del mundo. “Fue una locura. Te motiva mucho y te da adrenalina.” Aunque no tuvo la oportunidad de charlar demasiado con los pros, hubo un encuentro que no olvidará. “Ver a Kelly Slater y sacarme una foto con él fue lo más loco que viví fuera del agua.”

Juan García Mata junto a la leyenda viviente, Kelly Slater
Un antes y un después en su surfing
Después de semanas surfeando en condiciones exigentes, la evolución es inevitable. “Siento que mejoré mucho en olas con poder y tamaño. También aprendí a tubear en olas grandes y huecas.” El viaje llegó a su fin, pero la puerta quedó abierta para más. “Ojalá poder volver la temporada que viene a seguir mejorando.”
Con esta primera temporada en Hawaii, el joven surfista argentino no solo sumó experiencia en olas pesadas, sino que también vivió en carne propia la esencia del North Shore. Ahora, con más confianza y motivación, su próximo desafío es seguir llevando su surfing al siguiente nivel.