En una noche cargada de historia, invitados y amigos, Ala Moana celebró la inauguración de su nuevo hogar en el Paseo Aldrey de la ciudad de Mar del Plata; Fernando Aguerre fue el gran anfitrión en una noche en donde se honró la memoria de su madre, Norma Mattalia, socia fundadora de Ala Moana; y de Hernán Azlor, entrañable amigo y surfista.
Además se presentó un longboard Endless Summer, celebrando los 50 años de la realización de la icónica película y único en el mundo, firmado por el director Bruce Brown, el diseñador gráfico del afiche John Van Hamersveld y los dos protagonistas de la historia: Michael Hynson y Robert August.
“Ala Moana, el sueño de Fernando y Santiago Aguerre y su madre Norma Mattalia. Ella no era surfista, pero amaba la playa y el mar. Norma fue una jugadora fundamental en la etapa fundacional del surf y de la industria del surf argentino. Nada de lo que logramos con mi hermano Santiago hubiera existido sin su apoyo, su pasión por el mar y por la vida. Nos enseñó que aun comenzando desde cero, con amor, esfuerzo y pasión, todo es posible. Esta nueva etapa de Ala Moana es la continuación de ese sueño. Norma estuvo en todas nuestras batallas, siempre con buenos consejos, luchándola codo a codo con nosotros. En el collage verás una linda foto en la puerta del primer Ala Moana. Mi hermano tenía 19, yo 21 y mi madre 38. No había industria del surf. Desde la nada, con poco conocimiento, los tres socios comenzamos a producir pitas, parafinas e indumentaria clásica: trajes de baño floreados, remeras y camisas Aloha (fabricadas en Mar del Plata por costureras de barrio). Vendíamos muy bien.
Algunos días, antes de abrir el local, se formaba una cola de 10 a 15 personas, que ya habían pagado por prendas que aún no teníamos disponibles. Nos esperaban a Santiago y a mí, y cuando llegábamos de visitar los talleres, se iban felices con su ropa Ala Moana. Éramos el único surfshop de Argentina que fabricaba ropa. Había otro más, pero solo vendía trajes y tablas. Como se ve en la foto, mi madre estaba ahí, como socia, como organizadora, como propulsora.
¡Ah!, casi me olvidaba… la oficina, era el living de nuestra casa y solo teníamos un teléfono. En el local no había. Gracias por ayudarnos a difundir la vida de esta pionera y la intensa historia de los inicios de esta industria… ¡Muchas gracias!”, expresó Fernando Aguerre al momento de subir al escenario.
Santiago Aguerre tomó la palabra inmediatamente después, en un discurso breve, repasó los orígenes de Ala Moana y agradeció a todos los que hicieron su aporte durante tantos años de surf en Argentina.
Durante la ceremonia se descubrieron piezas únicas e históricas. La primera fue una tabla del once veces campeón mundial Kelly Slater, considerado como el mejor surfista de todos los tiempos, hoy liderando una verdadera revolución en materia de olas artificiales.
El surf femenino tuvo su momento al descubrir una foto icónica de 1977, en donde una surfista demuestra sus habilidades en Hawaii en total estado de libertad.
El primer homenaje de la noche fue para Hernán “Ruso” Azlor, quien falleció en Mar del Plata a mediados de 2015. Un personaje muy querido en al ambiente del surf local, multifacético, surfista, escritor, conductor y creador del KLA RADIO SURF, el primer programa radial de surf de la República Argentina. Ala Moana incorporó a su colección de tablas, el último Longboard con el que surfeó el Ruso.
El momento más emotivo de la noche llegó cuando se descubrió una foto de Norma Mattalia en Playa Grande durante el verano de 1962 junto a dos muy pequeños Fernando y Santiago Aguerre. Hace unos días, la Asociación de Surf Argentina declaró a Norma como Madrina del Surf Argentino.
La noche cerró con música en vivo, Antonio Torres, guitarrista de Dios los Cría, se encargó de tocar clásicos de Joe Satriani para todos los invitados que se acercaron a la catedral del surf.
Fuente: Quiksilver Argentina