De nuevo el hombre vuelve a plantarle cara al mar. Así, las tremendas olas de la Costa Cantábrica un año más serán desafiadas por un grupo de talentosos y valientes surfistas que, provistos únicamente de sus tablas de surf, volverán a poner a prueba su capacidad de dominar a una de las más temibles fuerzas de la naturaleza.
El período de espera del Quiksilver La Vaca Gigante comienza el próximo 5 de noviembre y se mantendrá abierto hasta el 31 de marzo. El avanzado sistema actual de predicción de oleaje permite que la organización pueda conocer la aproximación de una marejada adecuada, al menos, 72 horas antes del inicio del mismo, momento en que se pondrá en alerta a surfistas y medios de comunicación.
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El spot
A un par de kilómetros de la santanderina playa de El Sardinero y a poca distancia de La Maruca, se sitúa el spot conocido como «La Vaca». Una ola que rompe en alta mar, a escasos 400 metros de la costa, y que descarga toda la fuerza de las potentes marejadas cantábricas frente a un acantilado rocoso, sobre el que es frecuente encontrar gran cantidad de animales de pasto: cabras, ovejas, pero sobre todo, VACAS.
Desde hace una década la ola de «La Vaca» ha estado ahí, virgen, expectante. Sin embargo, no sería surfeada por primera vez hasta el verano de 2006 cuando, con la llegada de una marejada de 3 metros, dos reconocidos big-wave riders santanderinos, Óscar Gómez y Luis García, decidieron entrar a probar.
La experiencia de estos dos jóvenes aventureros fue todo un éxito y la ola ha adquirido desde entonces un gran renombre, hasta el punto de entrar a formar parte de la reducida lista europea de big-wave spots. «La Vaca» se puede surfear de derechas y de izquierdas, siendo ésta última la más peligrosa y salvaje. Sus series son impredecibles y pueden traer olas gigantescas de hasta 6 metros.
El evento
Para que la competición pueda disputarse es necesario que las olas alcancen, al menos, los cinco metros de altura.
El campeonato es invitacional; cerrado a 18 surfistas que son seleccionados por la organización y entre los que se encuentran algunos de los más reconocidos especialistas nacionales y europeos en lo que se refiere a surf de olas grandes.
La prueba, que celebra este año su tercera edición, introduce este año algunas novedades como la inclusión del equipo técnico de la Federación Cántabra de Surf y su plantilla de jueces profesionales, que certificarán las mejores actuaciones de la competición.
La organización del evento, capitaneada por el club cántabro Tow-in Center y con el patrocinio estelar de Quiksilver, repartirá alrededor de 2.000 euros de premios en metálico, distribuidos en las siguientes categorías: -mejor surfer: 1.200 euros -ola más grande: 600 euros -mejor wipe-out: 150 euros