Es la noticia que sacudió el planeta esta semana. En una decisión muy controversial, el presidente de Estados Unidos Donald Trump retiró a su país del Acuerdo de París, primer pacto universal de lucha contra el cambio climático.
Firmado por 195 países en 2015, el acuerdo establece medidas para limitar el alza de la temperatura del planeta por debajo de 2°C, una línea roja determinada por expertos para evitar “efectos irreversibles”. Pero según Donald Trump, el cambio climático es un concepto “creado por los chinos” para frenar la primera potencia mundial.
Aprovechamos entonces la quinta etapa del Tour mundial para recordar que, a la diferencia de Estados Unidos, una pequeña nación está liderando la lucha contra el calentamiento global: Fiji. Este país ubicado en el océano Pacífico ha sido elegido para presidir la próxima conferencia internacional sobre el cambio climático que ocurrirá en Alemania en noviembre de este año.
Fiji, como el resto de las naciones insulares de baja altitud, es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático. En 2012, el pueblo de Vunidogoloa fue uno de los primeros del mundo a ser desplazado de la costa por la subida del nivel del mar. Hoy en día sus habitantes viven en las montañas, lo que ha cambiado radicalmente las costumbres de este pueblo pescador.
Con esta decisión histórica y altamente criticada por la comunidad internacional, los Estados Unidos se suman a la corta lista de países que se negaron a firmar el Acuerdo de París: Nicaragua, donde 53% de la matriz energética nacional ya proviene de energía verde, y Siria, dominada por una guerra civil desde 2011.