Viajar para Mavericks fue un lindo desafío y sueño alcanzado. Desde hace tiempo ya venía leyendo e investigando acerca de esa ola, especialmente desde que me encaminé como fotógrafo de olas. Entonces supe que este point no es fácil por el el clima, la visibilidad, el agua fría y por los tiburones que abundan.
El lunes 17 de diciembre entraba un swell gigante para California y a su vez se corría el Pipe Masters en Oahu. La decisión fue dura, pero me decidí por Mavericks, objetivo que ya tenía en mira hace rato.
El viaje fue interesante, la ola se hizo desear. Viaje desde Maui a San Francisco llegando el domingo por la tarde después de cancelaciones y retrasos de vuelo. En un momento pensé que no llegaba y la ilusión se venía abajo.
El lunes me desperté 4am y encaré para Half Moon Bay, una bahía pesquera a una hora de la ciudad. Es un puerto muy lindo, bien local y con una sintonía diferente a la que hay en la ciudad. Cuando llegué era todavía de noche y ya estaban preparando todo para salir a primera luz. Ahí tuve el placer de conocer a Jeff Clark uno de los pioneros de Mavericks. Fue un lujo ya que varias veces había visto y leído entrevistas sobre él y ahora lo estaba conociendo en persona.
Ansiedad y nerviosismo era lo que se respiraba en el puerto. Pero los capitanes de los barcos estaban en duda de salir o no, el mar estaba tan grande que el canal cerraba y el acceso se hacía difícil y peligroso.
Lamentablemente después de idas y venidas se decidió que era demasiado arriesgado. Para desilusión mía, me quedé afuera del espectáculo en primera fila con mucha bronca. Después de un rato de intentar rebuscármela de otra forma, decidí ir a sacar fotos desde el acantilado.
El mar se veía enorme, desordenado y con poca visibilidad. Era muy complicado sacar fotos y todos estábamos amontonados en el mismo lugar. Sin embargo, los surfistas estaban corriéndose unas bombas gigantes. Algunas tan grandes que las dejaban pasar y otras que limpiaban a todos. Fue un día histórico, hace muchos años no se veía un swell tan grande en la zona.
Al día siguiente, volví y las condiciones eran mejores. El cielo estaba despejado, el aire limpio y el mar un poco más tranquilo. Los barcos salieron temprano esta vez sin ningún problema. Después de unos 20 minutos de navegación, finalmente llegué a ver en primera plana el espectáculo. La ola estaba con un lindo tamaño, prolija e ideal para surfear.
Se surfeó toda la mañana y tarde. Quede impresionado con el respeto que había en el agua a pesar de la cantidad de gente que estaba surfeando. Las mujeres la rompieron toda especialmente Bianca Valenti, Paige Alms y Keala Kennelly quien están llevando el bigwave femenino a otro nivel. Las tres no pararon de agarrar olas y lucirse.
Por otro lado, se destacaron Lucas Chumbo, Peter Mel, Twiggy Baker y Jojo Roper. Y entre los jóvenes, el local Lucas Padua de 17 años que no paró un segundo. Otro de los latinos que se sobresalió y mucho, es el argentino Manu Resano. Vestido de traje rojo se llevó varias bombas y hasta se tiró en un par de izquierdas, cuando por lo general todos corren la derecha.
Ya con el día terminado, el barco pegó la vuelta y se terminó el show. Fue un un sueño estar ahí y ver de cerca Mavericks, la cual tantas veces había leído y escuchado. Ojala vuelva pronto.
Martín Caprile
Fotógrafo
Instagram @martincaprile
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