Primer swell grande del año en Punta de Lobos

Si hay algo que se espera con ansias en Pichilemu al comenzar el año, es la llegada de la primera gran marejada para que Punta de Lobos pueda encenderse. A veces puede tardar tres o cuatro meses después del verano, y esta semana finalmente se encendieron las alarmas: venía un swell sólido con olas que prometían entre 4 y 7 metros y un periodo largo.

El sábado, con el pronóstico ya confirmado, la comunidad local empezó a prepararse. El primer día estuvo marcado por la neblina, que al amanecer impedía ver cualquier cosa. Pero a medida que pasaban las horas, comenzaron a asomar las icónicas rocas de Punta de Lobos, junto con un swell algo irregular—no tan grande como se esperaba y con bastante viento cruzado.

Aun así, varios chargers locales se lanzaron al agua, en una marea baja que hacía que la entrada se sintiera más como un río que como una playa. En ese contexto, las motos de agua jugaron un rol fundamental para la seguridad en el lineup de Punta de Lobos.

A pesar de las condiciones algo complicadas, varios lograron agarrar sus primeras olas del año, entre ellos Dominique Charrier, quien tras un fuerte wipeout logró quedarse con una de las mejores olas del día.

El segundo día fue otra historia: sol, condiciones mucho más ordenadas y sets consistentes. Punta de Lobos se encendió y los nombres más reconocidos de la escena local no tardaron en aparecer. Dominique Charrier volvió a destacarse entre figuras como Cristian Merello, Alejandro Fuenzalida y Héctor «Pollo» Vargas.

Por Ulises Zacarías 

Fotos Ulises Zacarías 

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