Es Jueves a media tarde y el clima está intenso. Calor, humedad, y un swell en camino. Me subo al auto, signo de que el trip empezó. Y siempre me pasa que desde que me subo, cambia el enfoque. Todo apunta a Necochea, destino de este nuevo #PsychoTrip. De Miramar a Mar del Plata a levantar a Nicolas Ventura y Ernesto Oviedo, primer auto rumbo al sur.
Mate, galletas, música y ansiedad; organizamos todo para llegar a surfear a fin de tarde, los pronósticos marcaban algunas olas.
Siempre los trámites tardan más de lo que esperabas, el tiempo y la luz apretaban la metida. El hotel, los Echegoyen, una vuelta de más en una esquina desconocida, cosas que pasan. Pero había tanta energía que algo tenía que pasar, asi que nos subimos finalmente al auto de Maxi, el hermano mayor de los Echegoyen, local de esos pagos. El Beto, fotógrafo elegido en esta ocasión, con sus misiles; y nosotros con los nuestros.
Primero fuimos para «La Esco», pero no entusiasmó al público presente. Entonces encaramos hacia el sur, por la arena, recorriendo muchos beachbreaks en el camino. Algunos tentaban, pero no a todos. Maxi que si, Nixon que no. Beto en la suya y yo pura ansiedad.
El sol bajaba cada vez más rápido, y la primer metida del viaje corría peligro. Pero no. Resultó que con la última luz del día, 8 de la noche casi, nos cambiamos apurados mirando el mar. Unos picos, viento suave y colores de atardecer. Nadie en el agua.
Voy entrando y veo a Nixon volando en su primer ola. Epa…, de repente todo empieza a ponerse modo disfrute. Una de Maxi, una mía, una de Nico, y listo. Todo son sonrisas. Diversión, naturaleza, energía. Esto es lo que amamos, el surf. Entran algunos amigos de Maxi al agua, para acompañarnos a cerrar el día. Ya casi no hay luz. Una línea de pescador enganchada, cruzando justo por donde estaba rompiendo la ola, era motivo de charla. Todos la pasamos por arriba, hasta que Nixon se enganchó, y le cortó la pita. Asi que pa afuera.
Nico tiene 20 años, y un gran futuro por delante. Es un surfista progresivo y con un muy lindo estilo. La personalidad es muy importante en el surf, como en todo deporte. Lo que pasa adentro, se nota en cada curva, en cada pegada y en cada sonrisa de Nixon en el agua. Lo disfruta y lo expresa, en cada invertido.
Por un momento pensé que no habíamos llegado a realmente arrancar el trip como se debe, surfeando. Pero cuando me vi cargando las tablas en el ascensor del departamento de alquiler, me di cuenta de que estaba equivocado. Arrancó el trip. Una comida, un rato de espera y llega el 2do auto. Al volante Juanchi Arca y a su lado Martin Bellusci, filmer del viaje. Cuentos de bienvenida, opiniones sobre la metida de la mañana siguiente y algo mas de charla. Y de repente la casa empezó a bajar el volúmen y de a poco todos al sobre. Nos esperaba un día largo dentro de unas pocas horas. Viernes y con buenas olas.
Lo próximo que escuché fue la voz del capitán técnico del equipo, Juanchi: -«arriba que son las 6!»-
Asi que arriba nomás, y un desayuno necesario porque sin saberlo salíamos del departamento y encarábamos unas 6 horas de surf a lo largo del día.Ahora si con integrantes completos, equipos y tablas preparadas empezamos a recorrer las playas del sur. Pero sin sentido, porque terminamos decidiendo surfear en el mísmo lugar de la tarde anterior. Esta vez con viento de tierra y el mar bien acomodado.Convenció de primera, no hubo dudas. Ajustamos los últimos detalles y al agua.
De vuelta una metida casi sin nadie en el agua, y de vuelta entrando al agua levanto la cabeza y veo a Nixon volando. Pero más alto.
Y si…, ya estábamos entrando en confianza con el lugar, con el mar y con el trip. Alta volada de Nico.
A eso de las 8 empiezan a llegar algunos surfistas locales. Y los chicos se estaban divirtiendo. Un pico abriendo para ambos lados, de 1 metro con viento off-shore. El agua cristalina y casi tibia. Un calor terrible. Todo lindo.
Habíamos tenido en cuenta el pronóstico, tratando de asegurarnos de que pudiéramos surfear bueno. Pero en estas cosas siempre hay impredecibles, la naturaleza siempre juega la última carta. Unos pocos grados de diferencia en la dirección del viento pueden significar una buena o mala metida. Otra vez, la última carta fue buena. A toda máquina surfing!
Uno agarraba una ola y el resto lo veía surfear. Asique si estabas sentado esperando, veías las pegadas y desparramadas de agua desde el fondo. Y si volvías entrando, te cuidabas de no terminar en la pista de aterrizaje de alguna volada. El día era largo, asique un par de horas fueron suficientes. A regular un poco, supuestamente a la tarde crecía el swell.
De Necochea nos cruzamos a Quequén, a ver qué tal las olas allá. Seguíamos con ganas de SURF.
No anduvo la cosa, algo indefinido y la ola cerrando mas de lo que nos hubiera gustado. Asique vuelta para Necochea y casi la hora del almuerzo. Ojo, la dudamos por un rato. Había olas… pero no convencían del todo. Además, el día estaba espectacular, queríamos aprovecharlo.
Vino bien, dejamos los autos y caminamos un poco por el centro de la ciudad, buscando donde almorzar. Ninguno conocía mucho el lugar. Asi que vino bien caminarlo un poco aunque sea.Se ve de otra manera, charlando con la gente, viendo todo mas de cerca. Desde el auto lo pasás por encima…
Estate atento que dentro de poco se viene el segundo episodio de este O»Neill #PsychoTrip Necochea…
Texto: Santiago Mejía – O»NeillArgentina
Fotos: Beto Oviedo