Ayer pudo haber sido un día trágico en la historia de la WSL luego del ataque de un tiburón a Mick Fanning mientras se disputaba la final del J-Bay Open. Los rápidos reflejos de Mick, acompañados con un toque de suerte, hicieron que afortunadamente salga ileso y podamos disfrutar de el por muchos años más. A través de esto, los organizadores, en conjunto con los dos surfistas, decidieron cancelar el evento dividiendo los puntos y los premios de la final para ambos competidores.
“Estaba sentado ahí, sentí que algo agarró o se quedó trabado en mi pierna y salté de golpe. Esa cosa seguía viniendo contra mi tabla y lo único que hice fue gritar y patear para todos lados. Solo pude ver las aletas, no vi ningún diente. Estaba esperando que me muerda mientras nadaba hacia la playa. Le pegué en la espalda. Estoy bien, no tengo ninguna lesión. Hay un golpe en la tabla y mi pita se cortó por el mordisco pero nada más», comentó Mick luego de ser rescatado por el equipo de la WSL.
«Empece a nadar y gritar hacia donde estaba Jules (Julian Wilson) para que se mueva pero el ya estaba viniendo hacia mi lugar. Que leyenda, vino hasta donde yo estaba. Seguia nadando y lo único que pensaba era que pasaba si volvía a buscarme, decidí darme vuelta y estar atento a eso. Antes que pueda pensar en algo más ya había llegado el barco y los jet skis de restacte. La verdad que no puedo creerlo. Irme de esta situación, sano, estoy paralizado. Quiero que mi familia y mis amigos sepan que estoy bien», agregó el ex campeón.
Por otro lado, Julian Wilson tuvo una acción que seguro Mick, y el resto de la gente, nunca más va a olvidar. En cuanto vio a Fanning gritando, Julian decidió acercarse para ayudar a su amigo, sin importar si había uno o más tiburones. «Mick estaba fuera de si, lo veía y no quería sacar mis ojos de encima de el. El estaba mirando el point y pude ver la cosa saliendo detrás de el. Vi como lo tiró de la tabla y después vino una ola y dije, despareció. Sentía que no podía llegar lo suficientemente rápido. El resultado del torneo no significa nada para mi, estoy muy feliz de que este con vida. Pensé que nunca iba a llegar a su lado, más cuando vi que se alejo de su tabla y empezó a nada. Estaba muy preocupado por su vida, no puedo creer que estemos los dos sanos en la playa», fueron las palabras de Julian terminado el episodio.
Sin dudas, ayer fue uno de esos días que van a marcar a el Tour. Más de uno habrá pensado que pudo haber sido el pero lo más importante es la felicidad de no tener que haber lamentado la pérdida de un gran surfista. La próxima parada será el Billabong Pro Tahiti el 14 de Agosto. ¿Será suficiente tiempo para volver a ver a Mick en el agua? Lo esperamos.