El surfista salvadoreño Bryan Pérez lanzó un nuevo video filmado entre el Oriente Salvaje y Punta Roca, una pieza que va mucho más allá de una simple sucesión de maniobras. El clip funciona como una declaración de identidad, de raíces y de mirada a futuro sobre el surf en El Salvador, mostrando tanto la potencia de sus olas como la energía de su gente.
Detrás de las imágenes hay trabajo y familia. Bryan armó su propio equipo de filmación junto a sus hermanos, quienes se encargaron de registrar cada sesión desde la costa y con drone, apostando por una mirada externa que resalta la escala real de las olas y la fuerza de cada spot. “Estoy bendecido de tenerlos a ellos como mi equipo”, cuenta Bryan. Esa cercanía se siente en cada plano y le da al video una vibra honesta y cercana.
Durante el año, Bryan viajó tres o cuatro veces al Oriente Salvaje con un objetivo claro: encontrar las condiciones ideales para este proyecto. Cada viaje implicó quedarse alrededor de una semana completa con todo el equipo, esperando pacientemente los swells. Y llegaron. “Siempre pegamos buenos swells”, recuerda. El más grande rondó entre 12 y 13 pies, con olas sólidas, fuertes y pesadas. Uno de esos días, en Las Flores, quedó especialmente marcado por la intensidad de las condiciones, los tubos profundos y el nivel de exigencia que impuso el mar. “Cuando me meto a ese tipo de olas siempre busco la ola de mi vida o el tubo de mi vida”, explica.
Para Bryan, el Oriente Salvaje no es solo un escenario perfecto para filmar. Es uno de sus lugares favoritos para surfear y un territorio cargado de historia personal. Allí corrió su primera competencia profesional, disputó varias fechas nacionales y en 2013 se consagró campeón del ALAS Global Tour en Las Flores. “Tiene muchos recuerdos bonitos para mí, más allá de lo increíbles que son las olas”, resume.
El video también incluye tomas en Punta Roca, una de las olas más reconocidas de El Salvador a nivel mundial, que aparece como contraste natural con la crudeza y el carácter salvaje del oriente del país. “Muchos ya conocen Punta Roca, pero alrededor hay un montón de olas de calidad mundial que también merecen ser vistas”, señala Bryan. El mensaje es claro: El Salvador no se define por un solo spot, sino por una costa diversa y poderosa.
En cuanto al surfing, el clip muestra variedad: power surfing, líneas largas y maniobras modernas. Sin embargo, Bryan lo tiene claro. “Para mí siempre va a ser el tubo”, dice sin dudar. Es la maniobra que más lo llena y donde siente la adrenalina al máximo, especialmente en olas como Punta Mango y Las Flores, que permiten secciones profundas y exigentes.
Más allá de su propio surfing, Bryan busca que el mundo vea el nivel general del surf salvadoreño. “No es solo por mí”, aclara. Destaca a surfistas como Dani Ramos, Ericson Ortiz, Melvin Ayala y Marvin Rodríguez, entre otros, como parte de una generación fuerte que viene creciendo y merece mayor visibilidad. El llamado es claro: mirar, apoyar y seguir de cerca al surf de El Salvador.
El video es casi puro surf de principio a fin, pero hubo algo que Bryan hubiera querido sumar: compartir pantalla con otros surfistas salvadoreños. “Me hubiera encantado que aparecieran conmigo para mostrar el potencial que hay en el país y que el mundo lo vea”, comenta. Esa idea queda abierta como punto de partida para futuros proyectos.
Pensando en 2026, se vienen muchas competencias y un objetivo bien definido: volver a intentar la clasificación a los Juegos Olímpicos y cumplir el sueño de representar a El Salvador. Además, Bryan proyecta un nuevo video, aún más ambicioso, incluyendo a otros surfistas locales y mostrando, una vez más, las olas increíbles del país.
A la hora de hablar de inspiración, no duda. Jordy Smith es su referencia principal, tanto por su surfing como por la forma en que transmite en sus videos. Felipe Toledo también aparece como influencia, pero lo resume simple: “Sin dudas, Jordy”.
Y si tuviera que describir este proyecto en solo tres palabras, Bryan lo tiene claro:
Surf, diversión y destrucción.