El año comenzó con fuerza en Pichilemu, Chile, cuando el primer gran swell del 2025 impactó de lleno en Punta de Lobos, una de las olas más icónicas de Sudamérica y el local Cristian Merello dijo presente en el templo chileno.
Las boyas comenzaron a marcar números sólidos desde varios días antes, y la expectativa entre los locales crecía a medida que se confirmaban las condiciones: tamaño, dirección perfecta y viento favorable. Todo alineado para una sesión memorable.
Desde temprano, el acantilado emblemático de Lobos se fue llenando de miradas atentas. Tablas grandes, trajes gruesos y la energía característica de esos días donde el mar impone respeto. Cristian Merello, referente absoluto del big wave sudamericano, fue uno de los primeros en entrar al agua, dando el ejemplo y marcando la pauta de la jornada.
El local de Pichilemu mostró su experiencia en cada drop, desafiando muros de agua que superaron con comodidad los cinco metros.
Junto a él, una sólida comunidad de surfistas locales también se hizo presente. Nombres como Diego Medina, Dominic Charrier y Alejandro Fuenzalida entre otros demostraron que el nivel en Punta de Lobos sigue creciendo y que no hay temor cuando las condiciones se vuelven serias.
Las imágenes del día recorrieron rápidamente redes sociales y medios especializados. Drones capturando desde lo alto la majestuosidad de las olas, tomas desde el cerro mostrando los drops más verticales y la potencia del océano en su máxima expresión.
Punta de Lobos arranca el 2025 con un golpe de realidad: el Pacífico no da tregua, y la temporada de olas grandes ya está oficialmente en marcha.