“Galaxia”: el nuevo viaje de Garazi Sánchez en México

La surfista vasca Garazi Sánchez es una de las figuras más inspiradoras del surf europeo. Bicampeona de España, ex integrante del equipo nacional y competidora destacada del WSL Qualifying Series, Garazi ha sabido equilibrar su carrera profesional con una visión más humana del surf y del océano.

En los últimos años, su enfoque ha girado hacia proyectos personales, documentales y campañas de conciencia ambiental, explorando el surf como un lenguaje de conexión, identidad y libertad.

Su nuevo corto, “Galaxia”, filmado en México por su amigo Alberto, refleja ese momento de madurez y calma: días sin prisa, frutas del mercado, tablas clásicas y un mar que invita a disfrutar sin medir. En esta charla, Garazi comparte cómo este viaje la llevó a redescubrir la esencia del surf y de la vida.

¿Cómo nació la idea de Galaxia junto a Alberto y qué te inspiró de ese viaje a México?

Realmente fue natural. Surfeábamos y hacíamos la vida que hacía Alberto, y de ahí empezamos a grabar. ¡Alberto editó todo esto!

En el video se siente una conexión muy auténtica con el entorno —desde caminar al mar hasta comprar fruta en el mercado—, ¿qué querías transmitir con esa sencillez?

Realmente es lo que busco cuando viajo a lugares más rurales: tratar de contagiarme de su saber vivir.

¿Qué tiene México que te hizo “bajar una marcha” y disfrutar del surf de otra manera?

Supongo que tienen una conexión especial con la naturaleza, las plantas… y esa vida lenta que tan bien nos sienta pero a veces olvidamos.

Así es el surf también: más lentito y más divertido.

En Galaxia te vemos surfeando con tablas más old school. ¿Qué te atrae de ese tipo de shapes y sensaciones?

Cada tabla te hace tener que pensar otra vez cómo aprender a surfearla. Es lo más parecido a la sensación de cuando empezaste a surfear. A mí probar tablas diferentes me genera mucha sorpresa y lo disfruto mucho.

¿Sentís que las tablas clásicas te ayudan a surfear con más flow y menos presión?

Creo que tiene que ver con lo que uno busca. A mí me han ayudado a disfrutar más y surfear de la manera que me apetece cada día.

¿Cómo fue la experiencia de surfear olas mexicanas con ese tipo de quiver?

La verdad que no se me ocurre mejor lugar para surfear esas tablas que ese.

En los últimos años tu surfing parece más libre, más conectado con el disfrute. ¿Cómo cambió tu relación con el mar y con el surf profesional?

Creo que vas evolucionando como en todo. Siento que ahora surfeo más para mí y tengo muchas ganas de seguir descubriendo qué puedo hacer encima de una ola.

¿Qué te enseñó la gente local durante este viaje?

Están donde están, hacen las cosas con tiempo y miran lo que tienen alrededor.

En un mundo tan rápido, ¿cómo hacés para mantenerte presente y fiel a tu ritmo?

Pues sigo peleándome con eso. Estos viajes me llevan ahí; luego vuelvo a casa y me cuesta. Pero supongo que es ir encontrando cómo llevar todo lo aprendido a tu casa. Es un proceso.

¿Qué mensaje te gustaría dejar a quienes buscan un surf más consciente y menos competitivo?

Creo que incluso si es competitivo, ojalá haber tenido siempre el disfrute más presente. El surf es una manera de expresarse, de jugar, y creo que a veces hacemos de él algo demasiado serio…

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