Pavones resiste: surfistas y vecinos se organizan ante las demoliciones impulsadas por la municipalidad

Pavones resiste. La comunidad se enfrenta a demoliciones y un plan regulador que amenaza su identidad y territorio.

Pavones, Costa Rica — La comunidad costera de Pavones, reconocida a nivel mundial por su ola izquierda infinita, vive momentos de tensión y resistencia. En los últimos días, vecinos, organizaciones locales y surfistas se han movilizado para frenar una serie de demoliciones impulsadas por la Municipalidad de Golfito, en el marco de un plan regulador que, según denuncian, desconoce la historia, las dinámicas y los derechos adquiridos del pueblo.

Según los documentos y acciones en curso, la Municipalidad busca aplicar un nuevo trazado vial y urbano en base a un plan regulador costero que plantea la construcción de calles sobre viviendas y edificaciones preexistentes. Esto pondría en riesgo inmediato a decenas de familias y a instituciones como escuelas locales.

La Asociación de Desarrollo Integral de Río Claro de Pavones (ADIM) ha sido una de las voces principales en la defensa del territorio. Desde sus redes sociales declararon: «Rechazamos de forma contundente estas acciones ilegales y nos mantenemos en lucha para defender a Pavones. No permitiremos que se imponga un modelo que no fue consultado con nuestra comunidad y que amenaza nuestra forma de vida.»

Al conflicto se sumó el abogado ambientalista Walter Brenes, conocido por su defensa de comunidades costeras ante procesos de gentrificación y desarrollos inmobiliarios invasivos. Brenes, también surfista y vecino de la zona, se unió a la causa luego de una reunión con la junta directiva de ADIM el pasado sábado.

En una declaración pública, Brenes expuso:

> «Esto me llevó a encontrarme con cosas tan absurdas como que en el plan regulador se dice que la calle pasa por encima de construcciones preexistentes, incluso antes que el mismo plan, o que la escuela de Las Jimelas se encuentra en una zona donde supuestamente pasa una calle pública.»

El abogado también denunció la ilegalidad del operativo:

> «Las órdenes de demolición y desalojo nunca aparecieron. Una de las unidades que venía a realizar las demoliciones no tenía placa ni identificación. Además, la contratación utilizada era para mantenimiento, no para demoliciones.»

Pero más allá de las irregularidades logísticas, lo que enciende las alarmas es lo que habría detrás del plan regulador. Brenes y líderes comunitarios apuntan a una intención más profunda:

> “Pavones está siendo víctima de un proceso de gentrificación disfrazado de ordenamiento urbano. Detrás de este plan regulador habría intereses ligados a desarrolladores inmobiliarios que buscan renovar concesiones estratégicamente ubicadas, para luego apropiarse del terreno y transformarlo en un destino turístico de lujo, desplazando a la población local que le da identidad al lugar.”

De hecho, se señala que hay tres concesiones en proceso de renovación —una de ellas con una prórroga “bastante grave”— y que el actual trazado urbano responde, presuntamente, a los intereses vinculados a esas propiedades.

> “Los surfistas sabemos que lo mágico de Pavones es su esencia. No podemos permitir que se imponga un modelo ajeno que busca convertir esto en un Florida costarricense,” agregó Brenes.

La comunidad presentó una denuncia penal contra el alcalde de Golfito y otros funcionarios, solicitando también la modificación del plan regulador para incorporar variables ambientales que, según indican, fueron ignoradas en el diseño actual.

Brenes cerró su mensaje con fuerza:

> «Estoy completamente seguro de que el señor alcalde va a terminar su período esposado. Lo que hizo en Pavones no tiene nombre. Ver niños llorar, ver madres sufrir, ver familias que llevan toda su vida ahí… eso Dios no se lo va a perdonar, ni el pueblo de Pavones tampoco.»

La resistencia en Pavones crece. En las calles, en las redes y en la ola, la comunidad se organiza para defender no solo sus hogares, sino también la esencia de un lugar único en el mundo. El mensaje es claro: el paraíso se defiende.