Las protestas en Rincón no ceden. Vecinos, organizaciones ambientales y defensores del acceso público a las playas continúan movilizados contra el proyecto de la Ruta Escénica para Ciclistas y Peatones, impulsado por la Autoridad de Carreteras y Transportación del Gobierno de Puerto Rico (ACT). Aunque el plan fue diseñado hace casi tres décadas, su implementación actual está generando una grave preocupación ambiental, social y legal.
La construcción del paseo —que incluye muros de concreto de hasta 1.8 metros de altura— ha provocado la pérdida de árboles costeros y el bloqueo del acceso a playas icónicas como Domes, Steps y Marías. Además, se han retirado estacionamientos claves, dificultando el ingreso a la zona tanto para locales como para turistas. Especialistas advierten que la remoción de vegetación natural debilita la protección ante marejadas y eventos climáticos extremos.
Ramón Díaz Zambrana, educador y líder ambiental, sostuvo en declaraciones al escritor Andrés Sanfeliú Cruz que “el proyecto responde a una planificación arcaica, basada en un diseño del año 1998, sin considerar los cambios de erosión costera ni la realidad actual del pueblo”. Y añadió:
“Estamos planteando un proceso de planificación sostenible mirando hacia el futuro. Eso significa participación ciudadana y un concepto de infraestructura eco-amigable para la zona. Rincón es la capital del surfing, no del ciclismo. Aquí llegan 100 millones de dólares al año por turismo recreativo del surf. No se puede diseñar a espaldas de esa realidad”.
Díaz Zambrana también alertó que el proyecto impacta 3.4 kilómetros de costa e incluye zonas altamente sensibles como el Bosque de la Armonía, la Reserva Marina Tres Palmas, el yacimiento arqueológico Yukayeke, y playas de valor ecológico y recreativo internacional.
Pese a más de 20,000 firmas en contra, cartas formales a agencias federales y más de tres semanas de protestas continuas, el gobierno no ha ofrecido una solución clara. Mientras tanto, Surfrider Foundation, grupos comunitarios y residentes mantienen guardias permanentes en la costa, con casetas de resistencia y acciones legales en curso.
El juez Johnny Reyes se encuentra evaluando una demanda clave que podría frenar temporalmente la obra. Sin embargo, la comunidad asegura que no bajará los brazos. “Esto no es solo un paseo. Es sobre cómo defendemos nuestras costas y nuestras leyes”, señalan desde Amigos de Tres Palmas.
👉 Para más información o para apoyar económicamente esta causa, visitá paseoresponsable.com/es
Foto portada: Tres Palmas, una de las olas que podría ser afectada – Foto por Rachel Tanner